IMPROcedencias, por Pablo Pundik

Un momento reposado para abalanzarse sobre la IMPRO, siempre tan vertiginosa y escurridiza. Reflexión y análisis . Cavilaciones y conjeturas. Chorradas y exabruptos. Piezas de un rompecabezas.
Para ampliar y reforzar la comprensión del universo IMPRO

1: LA ESCUCHA

“Tenemos dos orejas y una sola lengua para escuchar más y hablar menos.” Diógenes El Cínico (Atenas, 412.- 323 a. C)
Primer día de clase del curso 2021/22 en el Taller de Teatro Asura, IMPRO nivel intermedio.
Fresco tenemos el Torneo IMPRO Mentidero (Septiembre 2021), partidos de IMPRO en los que participamos 4 escuelas de Madrid. En shock por lo hecho y lo compartido.
Abundantes comentarios, reflexiones, observaciones, alabanzas, murmuraciones… Lo fluidas que eran muchas escenas. Lo claras que eran las propuestas. La presencia y fisicalidad de muchos improvisadores. La astucia, el ingenio, la sutileza de algunas intervenciones. Y una idea por encima de todo, la importancia de la escucha.
“¿Has oído lo que ha dicho la cerda esa? “
“Me he enterado de lo que dicen de ti”
“¡Si es que no me escuchas, tío!”
“¿Hace falta hacer todos esos ruidos? ¡No quiero escucharlos!”
“No he podido evitar oírlo todo. Tenía la oreja pegada a la puerta.”
“Escucha, escucha, si es que no para, el muy…”
¿Cotilleos, chismes, habladurías? Mmm…también los hubo. Pero eso quedará para otra ocasión…esto panfletos, que comienzan con el tema de la escucha tendrán cierta pretensión de estirados, impávidos, retóricos.
La escucha. Escuchar no es algo exclusivo de la IMPRO, lo hacemos en todo momento en nuestras vidas, es un proceso vital. Es como soñar o respirar: incluso dormidos, nuestra percepción, nuestra escucha está activa, a cierto nivel.
Escuchar tiene que ver con captar, registrar información. Tiene una parte sensorial, los sentidos de nuestro organismo en acción. En todas direcciones y niveles, lo que te rodea, el otro y tú mismo. También tiene una parte intelectual o racional. Lo evidente y lo sutil. Lo profundo y lo superficial.
Escuchamos por interés, respeto, inercia, obligación. En nuestro día a día es suficiente con dejarse llevar, sin preocuparse por los mecanismos y avatares de la escucha. El lío es que cuando, por “h” o por “b”, la vida cobra otra dimensión; esos momentos especiales, volcánicos que requieren máxima energía, que parece que entras en erupción. Por ejemplo, actuar en un ejercicio en clase de IMPRO, salir a escena a improvisar, la adrenalina, o lo que sea, se pone a tope, los nervios te atacan y lo más difícil es escuchar. Sueltas tu rollo y ni te enteras de lo que ha pasado a tu alrededor. Bastante tienes con tus movidas y, claro, no atiendes ni por asomo a lo que el otro dice, hace, siente, cavila… Que si quieres arroz catalina.
Salir a escena a improvisar te exige muchas cosas. Escuchar es esencial. En multitud de direcciones y niveles. Escuchar al compañero con el que tendrás que crear la historia al calor de la acción. Escuchar tus propias imágenes e impulsos. Escuchar el desarrollo de la escena. Y Escuchar para proponer un final.
Para tener una buena escucha debo estar relajada, alerta, abierta, sensible. Tensión y ansiedad ¡fuera!
Escuchar es interacción. Y para que sea fructífera la interacción debe ser en todas las direcciones. Para poder dar, hay que recibir. Escucharte a ti mismo, tus ideas, tu imaginario, tus impulsos, tu cuerpo en el espacio, tus sensaciones y emociones. Escuchar lo que te rodea, tus compañeros, el espacio escénico. Escuchando, utilizo mis sentidos y me relaciono con el exterior, y con el aventuroso mundo interior. ¡Y escuchar al público!
Es una escucha siempre personal y sensible, potente y extracotidiana. En escena estás alerta y disponible. Mirar y ver, tocar y sentir, oír y escuchar, hablar e imaginar…
En la vida cotidiana vamos muy rápido y somos malos “escuchadores”. Quizás suficiente para no quemarte si el aceite humea o avistar una mesa libre a la hora del Vermú. Las situaciones escénicas te exigen mucho más: a ves nos desborda y perdemos la capacidad de escuchar. Los turbios hábitos (la falta de escucha uno de ellos) se pueden modificar trabajando sobre ellos. Para improvisar tendré que reaprender a escuchar, a sentir, a reaccionar. Y tantas otras cosas…
Improvisando viene bien una escucha atenta y abierta. Desprejuiciada. Activa y muy fina. Escuchar las palabras, los gestos, la mirada. Escucho no solo lo que dice, sino cómo lo dice. El sentido y la sonoridad de las palabras. Lo elocuente y lo oculto. El lenguaje no verbal: cuerpo, espacio, energía.
Escuchar tiene muchos efectos. En escena escuchar me transforma, me modifica.
Escuchar es entrar en conexión; cuando escucho, paso a formar parte de la acción.
Reconocemos inmediatamente a alguien que sabe escuchar. Tiene otra presencia, calidez y pelaje.
Y llegados a este punto vamos a nombrar un elemento vital de la escucha en IMPRO. Decodificar información, escuchar, implica la creación de significado. El improvisador, como hemos repetido, al escuchar no solo percibe: imagina, crea forma, sentido, significado…
Al escuchar entramos en otra dimensión…En IMPRO escuchar es crear.

Madrid, Septiembre 2021

2: APRENDER A IMPROVISAR

«Un viaje de mil millas comienza con un simple paso». Lao Tse (Filosofo chino, siglo VI a.C.)

Segunda clase del curso 2021/22 de IMPRO nivel intermedio. En este grupo hay gente con varios años de IMPRO y otros con bastantes menos. Los que llevan más tiempo hay cosas que ya dominan o conocen. Los más nuevos, con curiosidad por los patrones a seguir en la creación de una escena improvisada, tienen ciertas lagunas de las herramientas básicas.

¿Pueden trabajar en el mismo grupo? Esto me inspiró el tema de esta segunda entrada de IMPROcedencias, ¿Qué es esto de aprender a improvisar?

Así, como a hablar los niños aprenden hablando (practicando, escuchando, observando), a improvisar se aprende improvisando (practicando, escuchando, observando).

Improvisar, es cierto, lo tenemos que hacer cada día, desde que uno se levanta. Hay muchas pautas de comportamiento mecanizadas, pero la vida está llena de imprevistos. Espero en la parada del autobús y no viene, ¿Qué hago? ¿Metro, camino, taxi, me vuelvo a casa? Tengo que recoger la caca de mi mascota en el parque y se me han olvidado las bolsitas. ¿Le pido a esa señora un Kleenex, busco por algún sitio una bolsita, cojo una hoja de árbol caída, me hago el longuis? O Pedir en la barra del bar. ¿Espero pacientemente, hago gesto hacia el camarero, grito “Camarero”, cojo un vaso que no es para mí y parece que nadie echa en falta? Elegir un regalo, charlar con amigos, enfrentarse a un tigre hambriento, etc.

En tales situaciones decimos que estamos improvisando, pero lo que hacemos es buscar patrones de conducta conocidos, de situaciones similares vividas anteriormente, que nos permiten recuperar la rutina, sin arriesgar demasiado.

La propuesta de una clase de IMPRO, aprender a improvisar, aspira a algo más que buscarse la vida para no pisar una caca en la calle, saludar a alguien que dice conocerte y tú no lo recuerdas, tomarse una caña en un bar atestado de gente o rescatar a una cría de loro de cabeza amarilla en el parque de Berlín. Más allá de buscar soluciones que nos permitan continuar nuestras vidas con tranquilidad.

Se trata de crear solo o en grupo historias, obras de teatro de manera espontánea, sin preparación previa. Es una actividad artística, al alcance de todos, artistas de todo tipo, actores, aficionados, inexpertos, neófitos, pipiolos…

Se trata de adquirir la capacidad de resolver de manera espontánea y creativa las cuestiones que vayan surgiendo en la escena, en el desarrollo de una impro.

En una clase de IMPRO no se trata, como tantas veces  nos han instruido: copiar y repetir.

Aprender IMPRO es un ejercicio práctico de comprensión y asimilación de las herramientas de composición y creación teatral en modo IMPRO. Atrapar  los recursos, procedimientos y dinámicas que permiten crear escenas teatrales improvisadas.

Igual que un músico domina su instrumento o un  pintor los colores y los materiales, un improvisador debe aprender a dominar su instrumento (su cuerpo) y las herramientas técnicas de la improvisación Teatral.

También esta semana he comenzado varios grupos de  iniciación. Cada uno se presenta brevemente, y expone sus expectativas ¿Qué esperan del curso de Improvisación teatral? ¿Por qué? ¿Para que?…

En general los objetivos, propósitos que exponen los alumnos este primer día son bastante difusos. Dejo claro que es un curso de Improvisación Teatral y que nuestro objetivo es aprender a improvisar, hacer teatro improvisado. ¡Y nos ponemos en acción! Los primeros pasos, los balbuceos en el asunto de aprender a improvisar.

En las primeras clases los alumnos se quedan ojipláticos. Sencillos ejercicios, transparentes explicaciones parecen alucinantes revelaciones. Conectar con sensaciones íntimas, sentimientos, ser capaces de expresarlo con el cuerpo, la mirada o la voz son redescubrimientos imponentes. Aprender a improvisar resulta deslumbrante, cada paso que damos, cada herramienta que descubrimos.

Luego aparecen las dificultades, bloqueos, estancamientos, embrollos, desilusiones y demás gaitas que te frustran y que pueda ser que practicar impro no sea tan maravilloso… hasta que todo encaja y parece que está chupado.

Por supuesto, igual que para escribir leer es básico y clave, para improvisar ayuda mucho ver teatro, todo tipo de teatro y espectáculos.

La IMPRO, como todo conocimiento es un trayecto, debemos transitar ese camino, desde el desconocimiento al saber.

Y aunque pueda haber cierta progresión en los programas de enseñanza, el aprendizaje no es lineal, previsible y ordenado. Tiene momentos de subidones, bajonazos, estancamientos… ¡Montaña Rusa!

El aprendizaje de la improvisación es un proceso de asimilación, que implica dedicar tiempo para incorporar la técnica. Tiempo, tiempo, tiempo. Práctica, práctica, práctica. Proceso, proceso, proceso.

Aprender a improvisar es moverse con destreza y fluidez en el espacio de creación de las artes escénicas: actuación, dramaturgia, puesta en escena,… Conocer y ejercitar las reglas esenciales de la IMPRO: escucha, rebote, trabajo en equipo, improturgia y todo lo demás.

Ampliar el campo perceptivo, de expresión y comunicación. Entrenarse y aprender contenidos que favorezcan la creación.

En grupo, nos adentramos a un nuevo conocimiento. Un recorrido singular, cada uno en cada momento, va experimentando su propio aprendizaje, apoyado por el grupo y conducido por el entrenador. Nos encontramos con hallazgos, dificultades, bloqueos y torpezas.

Cada uno es distinto, y donde unos pasan con elegancia, otros nos sentimos zarandeados o nos pegamos un trompazo.

Como pasear por un bosque, sumergirte en las profundidades marinas, leer una novela, participar de una clase de IMPRO es entrar en otra dimensión. Emerger de la realidad para entrar en otra movida. Cada entrenamiento, cada clase un viaje, una experiencia vital, una aventura. La práctica como ejercicio de  conocimiento. Complementado por el análisis y la reflexión.

Aprender IMPRO implica explorar, palpar y desarrollar el material que cada uno trae consigo (imaginario, sensibilidad, recursos expresivos, espontaneidad, experiencias, cultura y todo lo demás), mezclarlo con el de los otros que plasman en situaciones escénicas únicas y sorprendentes. Se trata de cultivar la producción de lenguaje teatral improvisado. Te exige una actitud abierta y fecunda.

Tras cada propuesta irán apareciendo nuevos facetas. En el aprendizaje vamos abriendo puertas a nuevas experiencias escénicas. En la ejercitación descubrirás tus posibilidades (y dificultades) como improvisador. Un viaje para abordar nuevas experiencias, perseguir nuevos conocimientos.

Aprender IMPRO, además de ser una estimulante actividad artística, ampliará y enriquecerá tus cualidades como persona, como ser social, como integrante de un grupo: compartir, cooperar, crear en equipo, trabajar para el otro. Solidaridad, fraternidad, compañerismo.

Aprender IMPRO es estética, ética…y ludica. Una experiencia vital y festiva para recuperar el placer del juego, para sentirte seguro con tu cuerpo y con tus ideas, para encontrarte con tu locura interna, tus impulsos. Un espacio de encuentro, con uno mismo, con los otros.

Un lugar para desestructurar, desarticular preconceptos. Para sorprender y sorprenderse. Despojarse de prejuicios.  Vencer resistencias. Trabajar con lo imprevisto. Es un espacio de riesgo. De hallazgos. ..y de decepciones. El que algo quiere, algo le cuesta. Pero también el que la sigue la consigue.

Aprender a improvisar es atreverte siempre a más, es liberarte de tu personalidad y adquirir otras formas de vivir (en la escena), más insensatas y audaces, voluminosas y coloristas. Materializar tus fantasías y temores.

Aprender a improvisar es apasionante, tomar continuamente decisiones y disfrutar del vértigo de lo desconocido. Originalidad e innovación.

Hay circunstancias que nos cambian la visión, la percepción de lo que nos rodean, de uno mismo en el plano artístico y vital. Aprender IMPRO puede ser una de ellas. Experimentación y vivencia. ¡Una opción jugosa y nutritiva!

La pasada semana con mucha ilusión participé en una clase de prueba de patinaje sobre ruedas. Éramos tres adultos con nuestras torpezas e inseguridades y 3 niñas con experiencia y destreza. No fue fácil para la profe la mezcla. Las niñas elegantes y precisas se partían de risa viéndonos deambular descontrolados por la pista. Acabé magullado por una tonta caída. Este domingo iré, con máxima ilusión. Me pondré rodilleras, coderas, casco,… la profe tendrá trabajo.

Madrid, Noviembre 2021

IMPROcedencias 3. Efectos colaterales.

Se acaba este peliagudo 2021. Para el año que está por llegar te deseo alegría, felicidad y esperanza. Salud, amor y jolgorio.

¿Cómo puedes conseguirlo? Facilísimo…haciendo IMPRO.

La IMPRO es una variante de las artes escénicas. Es alucinante ver a los improvisadores profesionales improvisar, crear ficciones teatrales al calor de la acción…pero, igual que cualquier actividad creativa, la IMPRO no es una actividad exclusiva de ”artistas”.

Todos podemos disfrutar y zambullirnos en un espacio de expresión, creación y comunicación. Crear historias. Por el gustazo de hacerlo. ¡Y beneficiarnos y disfrutar de sus efectos colaterales!

La práctica de la IMPRO desarrolla en las personas condiciones, cualidades y actitudes artísticas y personales, permite una amplia socialización y el desarrollo de un sinnúmero de valores y capacidades: compañerismo, trabajo en equipo, confianza, desinhibición, autoestima, empatía, empoderamiento, autenticidad, emocionalidad… ¡La IMPRO te hace mejor persona!

Hacer IMPRO es una experiencia vital y festiva para recuperar el placer del juego, para sentirte seguro con tu cuerpo y con tus ideas, para encontrarte con tu locura interna, tus impulsos. Un espacio de encuentro, con uno mismo, con los otros.

Haciendo IMPRO te transformas en una persona más sensible, sociable, abierta, con  un sentido del humor explosivo. Te empodera para asumir desafíos. ¡Es revitalizante! Nos conecta con lo que nos rodea. Mejora la escucha. Ayuda a estar en presente, vivir el presente, valorar cada momento. Crear historias. A tener máxima confianza, audacia y valentía. Decidido y proactivo, llegando hasta el final. Sentido crítico. Y con todo esto, encontrar el placer y la diversión del trabajo en grupo, de la creación individual y colectiva.

Haciendo IMPRO las ideas brotan con espontaneidad y fluidez, los cuerpos recuperan sensibilidad y flexibilidad, la voz rebosa expresividad y emocionalidad, la mirada gana en apertura, sensibilidad y profundidad. La IMPRO hace que te sientas genial.

Con la IMPRO adaptarte a las propuestas del otro y a nuevas situaciones será una actividad excitante y divertida. ¡Serás una persona atrevida y  curiosa!

Todo lo que puedes encontrar en este blog son solo palabras escritas. Y la IMPRO es acción. Si algo de lo aquí escrito da curiosidad o cosquillea acude sin demora a ver un espectáculo o a practicar en una clase IMPRO.

Alegría, felicidad y esperanza. Salud,  amor y jolgorio.

¡Te deseo un 2022 de IMPRO!

Madrid, Diciembre 2021

IMPROcedencias 4. IMPRO

¡A lo loco! ¡A lo loco! A lo loco se vive mejor.

Canción de Luisa Linares y los Galindos.

Antes de seguir con estas IMPROcedencias, tratando cuestiones diversas relacionadas con la improvisación teatral toca definir el término primordial, IMPRO. Vamos allá. Y quédate con la copla.

IMPRO es la abreviatura de la palabra y el concepto improvisación e incluye sin nombrarla, a la palabra (y al concepto) teatral. Es que si no, no sería una abreviatura.

La palabra IMPRO hace referencia a un formato de teatro, con una serie de características que paso a detallar (Pero si a ti lo que te va es la marcha, marcha, si las cavilaciones o reflexiones en general y en particular sobre teatro no es lo tuyo, eres más bien dicharachero y disfrutón, te recomiendo  abandonar ya la lectura de este texto. Lánzate a las calles y busca una clase o un espectáculo IMPRO)

Para los que sí les interesa el rumiar mental, las conjeturas o el razonamiento, seguimos.

La característica principal, distintiva y genuina, chachi piruli de la IMPRO es que el producto resultante, las escenas teatrales, son improvisadas. ¡Ja! No se ensayan, no se preparan. Corregir, mejorar, cambiar, modificar, purgar, retocar, revisar, pulir, arreglar, reformar, enmendar, refinar, planificar, testar, ajustar, rehacer, abrillantar, rectificar, hermosear, regenerar, enriquecer… Nada de eso es parte del vocabulario de la IMPRO. Tampoco arrepentirse, volver a empezar, desdecirse, echarse atrás, retractarse, plegar velas.

Más bien nos acercan a la IMPRO las expresiones en bruto o a lo loco. En la IMPRO podemos definir las cosas que ocurren en escena como casuales impulsivas, efímeras,  apuntes, bocetos, esbozos. La IMPRO es a troche y moche. Incluso  despreocupada, a bote pronto, al tuntún, a matacaballo, de chiripa, a pelo, desnortada, sin control, a ciegas, a cuchillo, como pollo sin cabeza, a calzón quitado. ¡A palo seco!

Como se puede oír en el inicio de algún espectáculos de IMPRO “ustedes no saben lo que van a ver, nosotros no sabemos lo que vamos a hacer” Impredecible, escurridiza, desafiante.

La unidad de medida de la IMPRO es una improvisación (larga, corta, cortisísima,…) creada, construida y representada por uno o más actores delante del público sin preparación previa. Y esta es otra característica propia e inconfundible de la IMPRO: el sujeto de la creación, interpretación y puesta en escena es la misma persona: el/la improvisador/a. En la IMPRO vemos a un equipo de actores y actrices al acecho para crear escenas, piezas de teatro improvisado. Cada uno de ellos y ellas será a la vez actor, dramaturgo y director.

Un producto que surge del encuentro de herramientas técnicas y recursos expresivos del actor y la imaginación del espectador. El improvisador acciona y el espectador percibe, imagina, siente, resuena, vibra…y  ¡hop!, brota una impro.

Hacer IMPRO es una actividad que implica poner al servicio del juego creativo múltiples elementos que disponemos y manejamos en realidad la mayoría de los seres humanos: cuerpo, voz, espacio, tiempo, imaginación, fantasía, humor, trabajo en equipo,…

Otra característica esencial de la IMPRO: es un teatro básico y directo, extremando la expresión, “2 que hablan”. Aunque hay muchas formas de hacer IMPRO, la esencia: 2 personajes que se comunican, que interactúan. Y en ese dialogo desarrollan una escena, una historia improvisada que el público recibe con interés y alegría…o estupor y tedio…o incredulidad y sorpresa…o….

Alguien podría decir que sobre todo es un entretenimiento ingenioso. Sí, desde luego a veces lo es. Pero puede ir mucho más allá. Y en muchas direcciones.

La IMPRO recupera el primigenio y ancestral espíritu festivo y lúdico de la actividad teatral. A la vez que conecta con el presente más vivo.

La IMPRO es un espacio de colaboración, de creación colectiva. Promueve el encuentro, entre creadores de distintas disciplinas, convoca a nuevos públicos, habilita nuevos espacios de representación.

Dentro de la IMPRO hay muchas diversas formas, estilos y hechuras: formatos deportivos, muy tecnológicos, musicales, monólogos, cabareteros, raperos, con mensaje social, clásicos, infantiles, noctámbulos, de calle…prácticamente todo cabe en la IMPRO.

Un lugar para desarrollar y plasmar tu poética en constante renovación y movimiento. Para desplegar tu alegría y desparpajo creador.

Una fascinante apuesta de riesgo para los creadores escénicos. ¡Una gozada para el espectador! El público percibe el escenario de la IMPRO, vacío, inmóvil, espera impaciente el inicio de la acción. Los improvisadores provistos de una infinita motivación para elaborar y comunicar, se disponen a llenar de personajes, lugares, emociones, atmósferas y sensaciones el escenario, concretando ficciones teatrales al calor de la acción. Tiene el valor de ser una creación espontánea, Un teatro absolutamente vivo. IMPRO, un palabro para denominar… el teatro improvisado.

Si has llegado hasta aquí en la lectura… ¡Stop! ¿Dónde vas a comprender, disfrutar y enamórate de la IMPRO?  Acude sin demora a una clase o a un espectáculo de IMPRO… ¡Ya estás tardado! ¡A vivir, que son dos días!

Madrid, Marzo 2022

IMPROcedencias 5-Espontaneidad

Desde hace unos días  nos podemos ver las caras en clase de teatro … y en los teatros y en casi en cualquier sitio.

¡Fuera mascarillas! Recuperamos nuestra  expresividad, nuestra espontaneidad.

Ha sido tan grande la alegría que nos hemos abrazado y hasta besado. ¡Explosión de espontaneidad! ¿Se puede? ¿Besar? ¿Tocar? No lo sé,  pero… ¡Que gusto! Acariciar, rozar,…

Estos días volvemos a ver imprudentes y maravillosas expresiones mucho tiempo  escondidas: bostezar, sonreír, suspirar, refunfuñar, rabiar,  gemir, jadear, quedarse con la boca abierta, hipar, sollozar,  poner morros, sorprenderse…

¡Qué rostro! ¡Recuperamos las expresiones espontáneas!

Que contrariedad para todos y cada uno tener que taparse la cara durante tanto tiempo. Muchísimo para los improvisadores. Aprovecho este dichosos momento para plantear algunas cuestiones sobre la espontaneidad.

Desde que nacemos socializar es controlar. ¡Ser menos espontáneo! Controlar las ganas de llorar, de comer, de estar con quién me da cariño y amor, de estar lejos de quién me da miedo  o provoca dolor, de hacer caca… Seguramente, justo y necesario. Pero tiene contrapartida, nuestra espontaneidad, nuestra natural expresión se va al carajo. Convivir es refrenar impulsos. Cuando empezamos a ir al cole la regla principal de la convivencia, el respeto a las normas y el aprendizaje es pensar antes de hacer.

Fingir, aparentar, morderse la lengua para no meterse en problemas con los adultos. Y así, poco a poco vamos siendo menos espontáneos. Menos naturales, más rígidos.

Hace unos días un alumnito ( 8 años) frente a mi llamada de atención porque no hacía lo correcto en clase de teatro me recriminó: “los adultos no entendéis a los niños”. ¡Que gran estafa crecer y educarse!, los adultos nos roba parte de nuestra esencia,  la espontaneidad, a costa de su tranquilidad y confort.

Rígidos, repetitivos, previsibles  aburridos, poco afectivo, sin sangre en las venas, encerrados en la zona de confort, temerosos de lo nuevo, de lo desconocido, llámelo cómo quiera, lo cierto es que de adultos nos convertidos en seres poco naturales y libres, acartonados; le damos la espalda a la espontaneidad.

Por supuesto la espontaneidad está en nuestra naturaleza, aparece,  algunas veces, por sorpresa,  sin cita previa. Pero muchas otras está tan escondida, tan oculta que no aparece ni llamándola a gritos. Silenciada, enterrada, enclaustrada, arrinconada, negada, vigilada.

Y claro, cuando en alguna actividad toca ser espontáneo me cago en todo lo que se menea  el horizonte es desalentador. Tenemos que hacer un esfuerzo monumental para recuperar algo de ella.

La creatividad, la invención, la IMPRO exige ser espontáneos. Accionar, sin excesiva racionalización. Dejarse llevar, que la acción sea un impulso, efervecencia.

En la IMPRO no hay tiempo para organizar, preparar. Mientras se organiza, lo expongo, mientras lo expongo, se organiza.

¿Cómo recuperar la espontaneidad perdida?

El juego es una de las actividades que permite recuperar y refrescar la espontaneidad. Sin tiempo para pensar, reacciono. Y hago cada cosa en el momento justo…o pierdo.

Entrenar IMPRO es ponerse en situación donde no podamos controlar racionalmente la respuesta. Confiar en la respuesta natural y espontánea de uno mismo y del otro. Improvisando desconectamos los filtros que muchas veces se cuelan entre lo que sentimos, lo que imaginamos  y lo que expresamos. ¡Conseguimos ser espontáneos!

Al principio se trata de rescatarla, sacarla de su escondrijo. Poco a poco transformarla en herramienta principal de la creación escénica.

. Decir IMPRO es decir teatro espontáneo.

¡Fuera máscaras y mascarillas! ¡Libérate! ¡Suelta amarras! ¡Sé natural y espontánea! ¡Pasional, impúdica, desmesurada, irrespetuosa, sincera, súbita, enérgica, auténtica, vital!

 

IMPROcedencias=6: Colaboración

He tenido la suerte de participar este año en un proyecto colaborativo. Un amplio y diverso grupo de personas trabajando al servicio de una creación colectiva, un espectáculo teatral.

Cada uno tenía una responsabilidad y función muy concreta. Un complejo mecanismo, que con tiempo y esfuerzo terminó funcionando a las mil maravillas.

Mi experiencia en IMPRO me facilitó el camino y las herramientas para el  trabajo en equipo, para realizar una creación escénica en colaboración con todos los participantes.

Ya que iba a ser una co-creación, me marqué el objetivo de crear una relación no jerárquica, de tal manera que cada participante fuera aportando y ajustando su manera de participar, con el objeto de sentir que el proceso y el resultado nos pertenecían a todos y a cada uno. ¡Y así defenderíamos con fuerza e ilusión nuestra creación!

En la IMPRO ponemos al equipo por encima de la individualidad. Cada uno al servicio de la creación grupal.

La colaboración entre los miembros, el trabajo en grupo es una invitación a la acción, a una práctica que nos libera de la exigencia (muchas veces frustrante) de inventar individualmente.

Tuve que dedicar tiempo a fortalecer la dinámica grupal, generar empatía y confianza, hacer que cada integrante se sienta cómodo y necesario. Tuvimos que trabajar intensamente la aceptación. Estar en disposición de trabajar con el otro. Más aun, aceptar las propuestas del otro. ¡Aceptar, decir sí!

Colaborar es respeto y confianza en el otro. Valorar, apoyar e inspirarse en las propuestas del otro facilita asumir riesgos, crear soluciones innovadoras.

Cada miembro es distinto y tiene sus cualidades únicas. Debemos darle el máximo valor y espacio y tiempo a cada uno. El éxito de mis compañeros es éxito para el equipo. Brillar sin eclipsar, se trata de combinar las energías.

Organización y colaboración. Responsabilidad colectiva. La actividad grupal requiere escucha, confianza, movilidad de liderazgo, pro-actividad y apoyo incondicional. El grupo funciona cuando hay cohesión y lealtad. ¡Estamos en el mismo barco!

Somos únicos y creamos con absoluta singularidad. La posibilidad de juntarse con otros y hacer una creación en común es mágico. La colaboración tiene una fuerza y riqueza prodigiosa.  En una época de tanto individualismo (y soledad) la creación colectiva tiene un valor añadido: el encuentro. Tenemos que cultivarlo y desarrollarlo.

Madrid, Julio 2022

El curso 2021/22 que acaba de terminar tuve la oportunidad de trabajar de profesor de teatro en el colegio “Madrid”. Ensayo y montaje de un espectáculo con alumnos y alumnas de 5º de primaria. Un proyecto de colaboración con el profesor de música: interpretación con instrumentos musicales,  la profe de artes plásticas: creación de unas esplendorosas figuras pintadas que trabajaron. Yo, el profe de teatro, les ayudé en la parte de actuación y a los narradores todo lo concerniente a la verbal y su presencia escénica. ¡Trabajo en equipo! 30 personas interactuando de forma coordinada y cooperativa al servicio de un proceso, para llegar a un resultado, la creación y puesta en escena de un espectáculo teatral, a partir de cuento ilustrado “Los 3 bandidos” de Tomy Ungerer.

Madrid, Mayo 2022

IMPROcedencias=7:- Serendipia

¿Princesa de una remota isla del pacífico? ¿Enfermedad rara? ¿Nueva marca de moda juvenil?

Estas preguntas me atacaron el pasado viernes cuando Juanma Díez leyó la palabrita escrita por alguien del público de “Noche de IMPRO” en el Teatro Asura. (Antes de empezar el espectáculo cada persona del público escribe 1 palabra; los improvisadores cogen al azar de un montoncito una tarjeta, leen la palabra y…¡Chas!, sin más, comienzan a desarrollar una escena de teatro improvisado. El pasado improvisamos sábado Juanma, Borja Cortés, Ana Morgade y yo.

Con mucha determinación Juanma resolvió mis dudas proponiéndome algo así  como ser candidato a un club privado, de gente que vivía de forma fortuita, sin planificación. Me lo pasé en grande en esa IMPRO. (El público tendrá su propia opinión, interesante o truñaco)

Ese fin de semana me persiguió lo fortuito, la Serendipia. Al día siguiente,  dando una clase de clown, propuse algunos ejercicios, que trataban justamente de eso, hallazgos casuales o accidentales.  No tuve más remedio que acudir al diccionario. Así define Serendepia: Un descubrimiento favorable e inesperado que se hace, de pronto, mientras se busca otra cosa…Y pone el ejemplo de la invención de la penicilina (¿Princesa de una perdida isla del pacífico? ¿Enfermedad rara? ¿Nueva marca de moda juvenil?)

Me encanta serendipia. Encontrar por casualidad algo que no se buscaba. ¡Es la base de la IMPRO! Ser improvisador y desconocer el significado dela palabreja!

Serendipia, serendipia, serendipia, serendipia, serendipia, serendipia, serendipia, serendipia…mil veces serendipia.

Incluso en nuestras vidas cotidianas está lleno de serendipia. ¡Nuestra existencia es fortuita! De golpe y porrazo. Y aunque procuremos espantarlo, ¡lo inadvertido está al acecho!

 

En la IMPRO casi todo es inesperado y casual. Al principio da bastante juju esta incertidumbre. Tenemos la tendencia a anticipar lo que va a ocurrir y organizar de antemano comportamientos, reacciones, discursos… Somos seres poco tolerantes a lo novedoso, a lo ignoto.

¿Construir de forma repentina, sin planificar? En la vida es absolutamente perturbador, en la IMPRO alimento exquisito. A veces lo conseguimos…y otras nos estampamos en el intento.

Pero en la medida que vamos incorporando las herramientas de creación y composición escénica nuestras huellas en escena son más firmes y seguras, encontrando placer y magia trabajando con lo inesperado. ¡Un acto de desafío y audacia!

Y no perdemos de vista que la IMPRO también es una experiencia vital y festiva. Un juego divertido: “la fuerza donde surgen los verdaderos creadores, una alegría irreflexiva e ingenua que hace posible la creación y la formación, de manera completamente despreocupada, del valor del sentido y el no-sentido, del bien y del mal” (Schiller)

Improvisar es un juego creativo, es apasionante, disfrutar del vértigo de lo desconocido.

¡Serendipia!

Madrid, septiembre 2022

IMPROcedencias=8:- Disparate, ¡Dispárate!

“Cierras los ojitos y te dejas arrastrar, Living la vida loca,…” canción de Ricky Martin

En las clases de IMPRO, entrenamientos o en el escenario surgen todo tipo de historias: serias, sentidas, poéticas, graves, reposadas, frívolas, provocadoras, tontorronas, con mensajes reivindicativos y trascendentes,… y disparatadas. Te conmueven, enternecer, te hacen reflexionar, pensar, sentir,…o asombrarte y dejarte el culo torcido.

Cuando hacemos IMPRO aparece frecuentemente la cara festiva, jugosa, sandunguera de cada uno. Por supuesto también tenemos momentos serios, tristones, incluso dramáticos, pero por lo general las historias son parranderas y juguetonas, alocadas y divertidas. Y por supuesto, auténticos y adorables disparates.

La IMPRO se caracteriza por ser una actividad colectiva, creación de escenas al calor de la acción. Esta mezcla explosiva nos hace violentar el orden lógico y predecible. Somos más de distorsión que de lógica. Casi siempre de romper patrones, de llevamos el orden establecido por delante. De conectar ideas, propuestas sin relación entre ellas. No hay tiempo para organizar, preparar. Mientras se organiza, lo expongo, mientras lo expongo, se organiza. Se trata de crear sentido y forma a partir de coincidencias, lógicamente disparatadas. Y planto aquí en medio un término científico, la entropía. En el universo las cosas están mas desordenas que ordenadas, la entropía establece que la materia tiende a descomponerse y a permanecer en un estado de caos continuo. ¡En la IMPRO somos un chorro de entropía a la contraria, creamos orden del desorden, de materiales con aparición aleatoria creamos gestas, aventuras o epopeyas. Y cuando lo conseguimos de manera satisfactoria nosotros y los que lo ven, reímos y quedamos pasmados.

Hay un término que alude a todo esto: bisociación, proceso por el cual las ideas, las cosas no relacionadas se ponen en contacto, y combinadas dan algo nuevo y sorprendente. Se le ocurrió a un tal Koestler. Este acto de fecundación de ideas es parte esencial de la creatividad. Conectar 2 cosas no relacionadas, para crear algo nuevo. Y aunque la mayoría de los improvisadores no lo saben, en la IMPRO utilizamos la bisociación a saco. Poner en conexión 2 cosas, rozarlas, que produzcan chispas, para la creación escénica. Poner en marcha la  fantasía, abandonar el campo de lo real, salir de lo evidente y obvio, para introducirse en lo novedoso y sorprendente, así es la IMPRO. La IMPRO te invita a inventar, a pensar y vivir otras posibles vidas. A crear otros universos regidos por otras leyes. La realidad alterada. Otras formas son posibles. Extravaganzas, momentos o cosas insólitas, paradójicas.

Esta temporada he vuelto a dar clases de teatro a niños y niñas pequeños. ¡Montaña rusa! Las clases son un espacio para desarrollar capacidades de expresión, comunicación y creación. Ellos y ellas juegan, y yo deslizo esos juegos hacia lo teatral: historias, personajes, emociones, etc. Al final de cada clase hemos creado de forma improvisada increíbles y disparatadas historias de gatitos, zombies, familias, gimnastas o camareros. Estamos jugando a hacer teatro. La energía fluye con máxima intensidad, yo tengo que organizar, coordinar, apoyar para que cada uno y todos juntos, desarrolle su universo creativo. ¡A tope! Todo parecido con la realidad es pura coincidencia…conecta mucho con las historias disparatadas de la IMPRO.

Llegar a la intensidad, espontaneidad, libertad y autenticidad con la que los niños y niñas no cualquiera. Y la impro te lo exige, estar a tope, darlo todo. ¡En escena, dispárate!

Madrid, Octubre 2022

IMPROcedencias=9:- Originalidad

Una IMPRO es una escena teatral interpretada y creada al calor de la acción por uno o varios actores-improvisadores, única e irrepetible. ¿Original? También. La originalidad es parte medular de la IMPRO (junto con la espontaneidad, escucha, complicidad, trabajo en equipo y muchas otras más)

Estos días, final de 2022, estoy trabajando en las clases de IMRO de Asura una serie de ejercicios: creación de escenas con estructuras bastante cerradas. Para facilitar las cosas propongo que improvisen sobre situaciones muy concretas, que acordamos previamente. Por ejemplo, una familia: padre, madre, hijo/a. El padre anuncia que el abuelo viene a vivir a casa una temporada (solo 2 habitaciones…hum, hule a lío).

Yo mismo (con migo mismo) me puse en cuestión la oportunidad de trabajar con tanta información en un ejercicio en clase de IMPRO. ¿Es esto IMPRO?

Lo que solemos hacemos los improvisadores, que no tenemos un texto escrito, es partir de un motor (una acción, un lugar, una emoción, una frase…) y a partir de esa pequeña chispa, rebotamos (utilizando nuestro imaginario) para llegar a construir y desarrollar una escena teatral completa (personajes, vínculos, lugar, objetivos, acontecimiento, etc.).

Lo de tener mucha información previa es, como cuando en clases de teatro teatro (o sea, no IMPRO) los actores trabajan a partir de un texto escrito. Al principio, muchas veces, antes de memorizar el texto, se improvisa sobre las circunstancias dadas, la informaciones extraída del texto (lugar, características de los personajes, objetivos, conflicto…). ¿Hacer una improvisación con todos estos datos previos es IMPRO?

Después de esta digresión, continúo reflexionando sobre el trabajo de estos días en los cursos de IMPRO. Los ejercicios que se plantean en clase son soportes, estructuras que permite buscar y encontrar nuevas formas de expresión, contenidos, conocimiento, etc. Plataformas para experimentar ciertos elementos, principios o ingredientes; para aprender y comprender; para descubrir bloqueos o resistencias, cosas que me movilizan o me estimulan. Para…

En los ejercicios de las clases de IMPRO partimos de lo lúdico para llegar a sentir como propio, necesario y natural lo creativo. Buscamos que los alumnos se sientan seguros en escena potenciado lo auténtico y singular de cada uno. Cada uno de nosotros tiene su propia manera de sentir, expresar y comunicar. Crear desde la autenticidad, aunque requiera esfuerzo, produce escenas absolutamente originales. Y descubrimos que pensar, imaginar, forjar, fantasear, discurrir, tramar, elaborar, producir, engendrar, de manera personal y creativa es refrescante y gustoso. Vital y divertido. Hacer IMPRO es construir escenas únicas e irrepetibles. ¡Originales!

 

Abiertos hacia lo insospechado, la IMPRO nos lanza más allá de lo previsible. Pasadizos que abren puertas a universos novedosos, mundos desconocidos. El improvisador trabaja con las virtudes de lo original, de lo que se presenta por primera (y única) vez. Creatividad y originalidad.

Verbos que maridan con Original: descubrir, asociar, combinar, unir, enlazar, mezclar, fundir, separar, disolver…

Y que maridan con Creatividad: Experimentar, explorar, poner en cuestión, encontrar nuevas y sorprendentes relaciones entre cosas, objetos, situaciones, etc. conexiones inesperadas entre conceptos o ideas no relacionadas…

¿Qué marida con IMPRO?

Sí, has acertado: Creatividad y originalidad.

Y me sigo preguntando… ¿es IMPRO estas propuestas de escenas con estructura cerrada? Pues sigo sin saberlo. Pero el caso es que en estas clases surgieron materiales súper interesantes. Divertidos, dramáticos, originales, personales, auténtico. Cada improvisador moviéndose  con comodidad y placer en la estructura y los personajes, jugando en equipo, con complicidad y compromiso, creando escenas potentes y conmovedoras. Con energía, atención y entusiasmo,  cómo hasta ahora no habíamos visto en clase. Sentirse a gusto en escena permite driblar bloqueos y obstáculos, y nos lanza a la creatividad. A ser auténticos y originales actuando. En unas pocas clases dimos pasos de gigante en esta dirección.

Auténtico, ¡Originales!

Madrid, diciembre 2022

IMPROcedencias: 10- Encuentros.

Bar cerca de Asura,  por la mañana, camareros, alguna gente del barrio; saludo. Mientras me tomo un café, ojeo el periódico, buff,  el mundo está jodido, el planeta y sus ecosistemas se degradan y no parece que nos pongamos de acuerdo en pararlo, el editorial  “La epidemia silenciosa de la soledad”, la gente está jodida y sola. Nadas nuevo, ya lo sé. Y en la sección de  cultura algo para pensar que no todo está perdido,  “Hay encuentros que te cambian la vida”. Luego me lo leeré.  Pero me quedo pensando en el asunto de los encuentros y la soledad, la falta de tiempo, iniciativa, espacios,… mientras camino hacia a Asura, he quedado con Claudia, Carla. Tercer encuentro para diseñar y poner en marcha un nuevo espectáculo de IMPRO: “Experteces”.  No creo que me cambie la vida, pero este encuentro sí me dará mucha vidilla.

Por la tarde escucho un podcast, el tema, las raves. Hablan sobre todo, de la que hubo estas navidades en un pueblo de Granada. Fiesta libre, de varios días, de cientos de personas para encontrarse y disfrutar de la naturaleza, música, buen rollo y mucho más. ¡Días de vida a tope!

En un par de semanas. Febrero 2023, Maratón IMPRO sierra norte de Madrid. No me lo pierdo. Me hace ilusión encontrarme con la gente que se dedica  a la IMPRO.

Más encuentros. La pasada semana estuvimos improvisando en Asura (el espectáculo se llama Noche de IMPRO) Borja Cortés, Paloma Córdoba, Omar Argentino Galván y yo. Disfrutamos mucho en escena y al acabar nos quedamos tomando algo y charlando con un montón de gente que vino a vernos  hasta las tantas. Con Omar hablamos de recuperar el Maratón de IMPRO que hemos organizado unas cuantas veces años pasados, un festivo encuentro de diversas generaciones de improvisadores con espectáculos y mucho más, desde las 9 de la noche hasta que sale el sol.

Y otro reencuentro. Después de una cuantas semanas, tras el parón navideño retomamos las clases con el grupo de IMPRO nivel  avanzado, (lleva varios años juntos). Besos, abrazos…cariñoso y efusivo encuentro.

Encuentros, encuentros, encuentros y  más encuentros. Vidilla, vida a tope, ilusión, cariño, afectos,  entusiasmo…

Vivimos rodeados de gente, pero tantas veces nos sentimos solos, con tantas dificultades de comunicarnos. Con vínculo y amistades superficiales a través de las redes. Necesitamos calor humano, necesitamos espontaneidad, cercanía, creatividad. ¡Necesitamos IMPRO!

¿Es la solución para evitar la devastación del planeta?…Mmmm. ¿Para evitar el aislamiento de las personas, para evitar el malestar que nos lanza a la soledad? Quizás, quizás, quizás.

(Una aclaración, la soledad mola mucho también, pero cuando la eliges, no cuando te atrapa, te aplasta)

Una clase de IMPRO, un entrenamiento, no es una rave ni una celebración… pero tiene algo de eso y mucho más.

En torno a la IMPRO nos encontramos, IMPRO es encuentro. Es caldo de cultivo para la amistad. Crea confianza, empatía y comodidad. La IMPRO fomenta la complicidad, la comunicación, un entendimiento fluido con el otro. Crear alianza, hacer equipo, estar en la misma sintonía. Nos mostramos, nos exponemos. En el encuentro comparto miedos, inseguridades. A la vez que me desinhibo, divierto, disfruto. IMPRO es conexión. Estar conectado es una sensación muy especial, conectados al presente nos permitimos ser auténticos, transparentes, sensible… Nos empodera, abandono temor o vergüenza, afronto todo aquello que desmoraliza, resta o hace ruido a la hora de sumir desafíos.

Desde que empecé a leer el periódico en el bar han pasado unos días. Me leí los artículos, sobre la soledad y los encuentros

¿Cómo salimos de este estado de malestar? Juntas, ¡encontrándonos!

Madrid, enero 2023

IMPROcedencias: 11- Equívocos, desorden, casualidades y carambolas.

En la IMPRO, como en la vida, meter la pata es pan de cada día. Equívocos, pifias, retruécanos, confusiones, carambolas… Existir es bastante lioso.

Dice Ortega y Gasset: “la vida es un caos donde uno está perdido. El hombre lo sospecha; pero le aterra encontrarse cara a cara con esa terrible realidad y procura ocultarla con un telón fantasmagórico donde todo está muy claro”.

Cómo dicen Ortega y Gasset muchísimas cosas no encajan. Por poco que rasquemos, el desorden y el embrollo aparecen en todas partes. En la realidad, en la ciencia o en las matemáticas. Lo inesperado, lo insólito y lo asombroso campan a sus anchas. Extraño, inaudito, raro, inusitado, asombroso, intrincado, espeso…Por aquí y por allá equívocos, desorden, azar, casualidad.

Sin embargo, como ellos (Ramón y Cajal) afirman, a mucha gente le tiemblan las carnes ante todo esto y se dejan seducir por la ley del orden y la norma, se tragan la píldora de que todas las piezas puedan encajar. Pérfidos sabihondos. Atrincherados en sus creencias, se creen investidos de un conocimiento superior. Tener respuesta para todo. ¡Saben más que nadie!

Allá a ellos con su suficiencia y autoridad, sus conspiracionismos y sus empeños en salvar el mundo, se pierden disfrutar de equivocarse, perderse, mear fuera del tarro, desviarse, liarse…

Muchas veces esos traspiés son lo que convierten algo ordinario en extraordinario. Darle la vuelta a la tortilla y transformar el error en algo valioso, germen de la originalidad. ¡Maravillosas sorpresas!

Frente al orden y la disciplina que muchos quieren imponer, los improvisadores nos alimentamos de la casualidad, los desbarajustes, el barullo y el azar.

No hay callejones sin salida, solo nuevos desafíos. Vías de creación inexploradas.

Nos han educado para ser prudentes, planificar y evitar lo que pueda causar problemas. Bueno, vale, OK. ¡Pero no tiene que ser así siempre, y para todo! Vamos por la vida asustados, tenemos miedo a meter la pata, a cometer errores, al fracaso. Y claro, el desorden y lo inesperado, que está por todas partes y a todas horas, nos bloquea. El miedo al fracaso nos paraliza la voluntad de probar nuevas cosas, de decidirse por lo inexplorado.

El riesgo es parte esencial de la creatividad.  En los entrenamientos, en las clases de IMPRO, o frente al público es clave debilitar este miedo a fallar, a errar el tiro, a cagarla. Cuando empezamos a perder el miedo a cometer errores, estamos también rebajando presión y exigencia. Presión y exigencia que muchas veces son lo que nos amilanan, bloquean o anulan.

Muchas veces, en IMPRO (y en muchas otras cosas) más que aprender, es desaprender, zafarse de los moldes con los que hemos crecido. Liberarse de ataduras, complejos, obstáculos, manías, vicios, temores, falta de confianza,  inseguridades. La creatividad aparece cuando me libero de muchas de estas cosas. Ahuyentar prejuicios, recetas que dicen lo que es bueno y malo, correcto e incorrecto, digno o indigno, para recuperar la espontaneidad y la subjetividad. Si practico, poco a poco, iré perdiendo la sensación de insatisfacción, desencanto, decepción, frustración.

Decía Samuel Becket: Inténtalo otra vez. Fracasa otra vez. Fracasa mejor”

Romper moldes, clichés, patrones y estereotipos. Trabajar con la novedad implica romper. La IMPRO desconcierta con lo inesperado. En escena, en los entrenamientos, en la ejercitación de lo imprevisible, el desorden es parte esencial. Seguir un orden es limitar, coartar los objetivos de las creación escénica. No seguir modelos para ser auténticos. Por el desorden y la aleatoriedad a lo inesperado y lo imprevisible. No solo es inevitable, es parte esencial de la vida y de la creatividad.

Contra el orden y el determinismo: ¡IMPRO!

Madrid, 24 de Febrero de 2023

IMPROcedencias 12

Un asunto de IMPROturgia: desarrollar la escena

IMPROturgia: la dramaturgia de la IMPRO. Palabro para referirse a la creación, composición de una pieza de teatro de manera improvisada, al calor de la acción. IMPRO, perspectiva estructura.

El dramaturgo es el que se ocupa de la dramaturgia, de la estructura  de una obra de teatro, escribe y compone el texto. El actor la interpreta, pone su cuerpo, su voz, etc. Y está el director, que se ocupa de la puesta en escena. Un equipo, vamos. Pues en la IMPRO, cada improvisador debe ser las tres cosas. Y al mismo tiempo. ¡Toma que toma, dale que dale!

En el teatro no improvisado (o sea el normal) es un trabajo de elaboración, existe el tiempo de revisar, corregir, pulir, oscurecer, rehacer, abrillantar, ensuciar, etc. En la impro, obviamente no. Surge, se va constituyendo sobre la marcha.

En la IMPRO la dramaturgia siempre estará sujeta a los vaivenes de cada momento escénico, a las propuestas de cada improvisador, siempre una  sarta de sorpresas  para los otros improvisadores (y para el público). A la arbitrariedad, caprichos o el siroco que le dé al improvisador más locatis (que por cierto, abundan mucho en la IMPRO). Por tanto IMPROturgia tendrá que ser flexible, variable e incierta hasta decir basta.

Cada improvisador hace sus propuestas (espontáneamente o premeditadamente, muchas veces si n quererlo) de dramaturgia mientras improvisa en escena. La interacción, mezcla y combinación de cada propuesta hace que las posibilidades se multiplican (también puede ocurrir que se anulen, sino colaboran lo suficiente los jugadores)

La estructura sostiene la historia que se va a contar. Que el público se enganche  o no dependerá en gran medida de la estructura. Si es endeble llegará de manera confusa al público. Si es sólida, impactará con mayor contundencia.

La simplicidad es un valor en IMPRO. También en cuanto a la dramaturgia. Empezamos, primeros compases de los improvisadores; mediante la acción se va definiendo lo que se empieza a desarrollar en la escena: personajes, relaciones, lugar, deseos, emociones y algunas cosas más. Establecemos la base de la escena. Rápidamente encontramos algo que nos resulta sugerente, aparece una dinámica potente, que da interés o profundidad a esa escena, no tenemos más que desarrollarla, avanzar hacia la resolución, llegar al clímax, y buscar un final. Y ya. Ya hemos hecho una escena improvisada, una IMPRO. Con una estructura súper simple.

Otra opción es desarrollar un poco más esa escena, esa situación inicial. Quizás porque no encontremos al inicio esa dinámica potente que la hace interesante, y hacemos avanzar la historia para encontrarle algo que nos conquiste o la misma situación pide un desarrollo y por tanto debemos hacer progresar la acción. O puede ser  la voluntad de los improvisadores de crear escenas más complejas. También  hay que reconocerlo, algunos somos un poco liantes y no sabemos hacer cosas sencillas. Más causas para la aparición de la complejidad en una IMPRO: el trabajo en grupo. Al haber múltiples propuestas deriva en complejidad. Por lo que sea, la cosa se complica. Por hache o por be la escena toma una nueva deriva. Aparece una estructura dramática compleja.

Este último trimestre de 2024 junto a Raquel Racionero estamos dando clase de IMPRO en el Taller de Teatro Asura a un grupo de alumnos de nivel avanzado. Analizando con Raquel el trabajo de las primeras clases vemos la dificultad que tienen los alumnos de hacer avanzar las escenas.

Me pongo a intentar comprender el tema para hacer propuestas en las próximas clases.

¿Cuándo se agota una escena? ¿Qué se puede hacer para desarrollarla? ¿Qué hacer para impulsar la escena? ¿Cuál sería la siguiente escena? ¿Cómo se trabaja la estructura dramática en IMPRO?

Lo básico. Iniciamos la escena, acción, personajes, lugar, etc. (planteamiento, PROL, ya sabemos de qué va la escena) en un momento dado esa propuesta se agota. Ya no da más de sí. Es el momento de avanzar, de impulsar en alguna dirección.

Introduzco un término que nos va ayudar en este asunto, progresión. Es el desarrollo, el movimiento, la transformación de la narración a medida que transcurre el tiempo. Es la dimensión temporal de narración. La progresión es la responsable de los cambios que se producen en los personajes y en el medio a medida que avanza la historia. Crea intriga, es esencial para que el público se quede atrapado a la historias que le estas contando. ¿Curiosidad, expectación, interés? Lo vas a crear con el transcurrir de los personajes en escena, con la progresión.

Utilizaré de ejemplo una de las escenas improvisadas en la última clase en este grupo de avanzados. Salen dos improvisadores a trabajar. Pido a sus compañeros que les propongan un lugar de inicio: La sala de espera  de la consulta de un dentista. Unos cubos de madera y unas sillas recrean de forma esquemática la sala de espera. Les pido que definan espacialmente la puerta de entrada desde la calle y la de la consulta del dentista. Empieza Cristina en escena. Jorge fuera de escena espera el momento para entrar.  Cristina  (la llamaremos C) sentada espera, coge una revista, lee, comenta en voz alta las noticas del corazón, cotilleos, etc. De vez en cuando le da un pinchazo, haciendo elocuente su necesidad que el dentista la atienda. Pasado 1 o 2 minutos entra Jorge (lo llamaremos J)  a la consulta, discretamente se sienta a cierta distancia de C.  C con ímpetu se acerca a J, le cuenta sus problemas y lo interroga sobre sus dolencias.  J contesta, un poco aturdido por el vigor de C, que no es por él por quién viene a la consulta, sino por su mujer. Le enseña un puñado de dientes pertenecientes a su mujer, se le han caído tras la consulta al dentista. Viene a pedir explicaciones y alguna solución.  C reacciona con sorpresa, ya que tenía al dentista en alta estima, un magnífico profesional.

La escena está interesante, la acción, los personajes, la atmósfera, etc. Pero hay un momento que se agota. Y pide un desarrollo de la situación, debe progresar. ¿Qué hacer? ¿Hacia dónde?

Aquí algunas opciones para este momento, desarrollar, hacer crecer, impulsar, sacudir  la historia que estamos improvisando.

1/ Una manera sencilla de hacer avanzar es que uno de los personajes salga de escena. Lo primero que me pide el cuerpo es que C entre en la consulta y desaparezca de la sala de espera. J, ahora solo, tendría la responsabilidad de desarrollar este momento. Muchas cosas podrían ocurrir. Lo más obvio, aguantar en silencio este tenso momento de espera. También puede arrancarse con un monologo sobre la situación o ponerse a jugar con los dientes de su mujer o … Siempre es una buena opción para avanzar que algún personaje salga de escena. Propuesta número A.

 

2/ Una buena opción es agregar a lo anterior sonidos que pudieran venir de la consulta del dentista. Diálogos, sonido, chillidos, etc. Aparece la extra-escena. Algo ocurre fuera de la vista del público. La escena avanza, hay vida más allá de la sala de espera. Ampliamos el espacio escénico, propuesta número B. Se oye, pero no se ve.

3/  La siguiente propuesta sería complementaria a la anterior. Que en vez de salir, entre un nuevo personaje.  En nuestro caso como son solo 2 improvisadores, no nos valdría. O sí, sale C. e inmediatamente entra C, como otro personaje, como el dentista, o el asistente del dentista, otro paciente…. Propuesta número C (no confundir con Cristina a la que hemos llamado también C), entra un nuevo personaje a escena. Las entradas y salidas de improvisadores le dan a la escena una estructura muy dinámica y sorprendente.

4/ Aparición de algo inesperado. En un momento dado J y C descubren una nota que asoma por debajo de la puerta de la consulta del dentista. Leen la nota, deben hacer caso a las indicaciones para salvar la vida del dentista. O cualquier otra cuestión insospechada aparece en escena.  Algo que ni los personajes ni el público espera, es la opción número D.

5/ Los dientes que enseña J son un material muy sugerente para hacer avanzar la escena. Puede aparecer un acontecimiento fantástico en relación a ellos. La intervención de un poder superior. Ocurre algo inaudito, fuera de lo común. Alteración de la realidad. Por ejemplo, en un momento dado la dentadura cobran vida propia. Quizás emitan un mensaje. Los personajes se adaptarán a la nueva y sorprendente situación para desarrollar la historia. ¿El tema de será un hechizo o brujería? ¿Epifanía religiosa? ¿Un Oráculo que plantea un enigma? Una historia fantasiosa, cósmica, religiosa… opción número E.

6/ Cambio en la relación entre los personajes o cambio de estatus. En la escena inicial, claramente C tenía un estatus más alto que J: se sentía cómoda en el espacio, confiaba en el dentista, su actitud hacia J creaba cierta incomodidad en este (cercanía física, rozar su cuerpo…). Una opción, que J se revele como una eminencia en algún asunto que a C impresione y cambie su actitud. Por ejemplo: C descubre que J es uno de los que aparece en las revistas del corazón que estaba hojeando al principio. O que J encuentre irresistible a C, e inicie una escena de seducción o…El cambio en la relación entre los personajes provoca un avance en el desarrollo de la escena, opción  F.

7/ Romper la atmósfera. Una sala de espera tiene una atmósfera muy concreta. Si cambiamos la atmósfera, obviamente hay una trasformación de la escena. Un ejemplo (es un poco absurda, pero es el que se me ha ocurrido) Descubren que las muelas tiene forma de dado y este momento se transforma en una timba con apuestas, muy emotiva, exaltada, con exclamaciones de alegría cuando se gana y rabia en la derrota (además de absurda es tonta, lo reconozco). Ya vamos por la G.

8/ Cambio de objetivo o motivación de alguno de los personajes. El objetivo inicial de C y de J es consultar con el dentista un problema dental.  Si el objetivo cambia, la escena avanza en una nueva dirección. Por ejemplo, nadie les atiende y empiezan a sospechar que ha ocurrido algo en la sala del dentista. Ahora querrán saber que pasa al otro lado de la puerta. Se creará una alianza tras el conflicto o tensión o confrontación entre los personajes. Opción número H.

9/ La siguiente está muy cerca de la anterior. Creación de una fuerte alianza entre los personajes. Dos desconocidos coinciden en la sala de espera. Cada uno tiene su objetivo. Pero repentinamente hacen equipo, se alían para determinar lo que sucede en la consulta del dentista, por encima de sus dolencias personales. También podría ser que tras un posible conflicto, desacuerdo, malentendido, confrontación nos han llevado a una tensión, surge la colaboración la alianza frente a un nuevo suceso. Bueno, la verdad, no sé si es otra propuesta o la misma que la opción anterior. Ante la duda la dejo…. Opción número I

10/ Proponer un reto (en la relación) que afiance la lealtad, confianza, etc. Sería la continuación de la anterior. Tras la alianza de J y C para desentrañar el misterio o suceso que la escena los aboca, surge la necesidad de alguno de los dos de demostrar la confianza y lealtad. Pone un reto para demostrarla. Opción número  J (no confundir con la J de Jorge)

11/ Digresión, Consiste en un cambio temporal del tema en el curso de un relato, para evocar una acción paralela, ruptura del hilo narrativo, con algo vagamente relacionado. romper el desarrollo de la historia, introducir algo que no tenga que ver con la acción que se desarrolla en escena. Es lo contrario a progresión, es  una situación que alude a otra. Crea un efecto de contraste y variación. Permite dilatar el relato, pausar, divertir, ironizar… Por ejemplo, los personajes describen el mobiliario de la sala de espera y disertan sobre el tema de la decoración de este tipo de espacios. O algo ocurre al otro lado de la ventana (casa de en frente o la acera o…) y comentan el desarrollo de los hechos. Opción K (le viene muy bien esta letra al tema de la digresión, me recuerda a Josep K en “El proceso” de Franz Kafka, mientras lo interrogan unos agentes del orden, unos vecinos del edificio de enfrente lo observan asomados a la ventana…perdón por la digresión)

12/ Complicaciones, los acontecimientos se complican.  Podría ser por parte de cualquiera de los dos personajes.  Algunos  ejemplos: el dolor de muelas de  C aumenta,  J revela que tiene conocimientos  de primeros auxilios y se presta a extrae las muelas de C), a C se le empiezan a caer las muelas, sin querer J las mezcla con las suyas, a J se le caen las muelas detrás de un mueble y es casi imposible recuperarlas. Aparición de una complicación, opción número L.

13/ Desarrollo a través de las emociones, los personajes por alguna circunstancia cambian de emoción frente al otro. Esta situación inicial de desconocidos que se interesan mutuamente de forma comedida deviene repentinamente  en un enfrentamiento agresivo por ver quién pasa primero, cuando este enfrentamiento no da más de sí, se transforma en compasión hacia el problema del otro, hasta llegar a transformarse en una historia de amor y deseo apasionado hacia el otro. Acaba abrasados, besándose, etc. El cambio emocional de algún personaje, opción M.

14/ Reconciliación. Tras un conflicto entre personajes, desacuerdo, malentendido, confrontación que lleva a cierta tensión se produce una reconciliación, un acuerdo. En nuestro caso, tras discutir quien entra primero a la consulta (C ha llegado primero, pero J estaba citado a esa hora) se ponen de acuerdo en aceptar que sea el dentista el que decida cuál pasará en primer lugar. El conflicto se resuelve, opción número N.

15/ Solución parcial, pero no  definitiva. Me he cansado de poner ejemplo, invéntaselo tú. Opción Ñ.

16/ Un fenómeno natural hace que avance la escena. Anochece, se levanta una salvaje tormenta , calor asfixiante, frío extremo… Opción O.

17/ Manipulación o engaño entre los personajes (para obtener algo). Opción número Q

18/ Silencios, cuando se agota hace avanzar la escena. La parición de un largo silencio es un elemento dramatúrgico interesante. Las miradas, los gestos, los movimientos se cargan de significado y relanzan la escena aun nuevo territorio. En nuestro caso, después del acercamiento de C a J y las primeros momentos de interacción, si C se vuelve a sentar a distancia de J y se caya, ese silencio desencadenará una nueva situación. Quizás intentar oír lo que ocurre al otro lado, en la consulta, o los momentos de dolor de C tendrán otra dimensión.  Opción número R.

19/ Cambios de espacio. La escena se traslada a otro lugar, lo más obvio, la consulta del dentista, los improvisadores hacen la escena entre la dentista y su asistente, apagando las velitas del cumpleaños o lo que sea…. Opción S.

20/ Cambio temporal. FLASH-BACK: paso a una escena o episodio cronológicamente anterior al que se está narrando. FLASH FORWARD: Saltos temporales en una narración, hacia adelante, al futuro. Quizás uno de los personajes diga: “unas horas más tarde” y vemos a J y C acomodados durmiendo en las sillas. O diga unos años más tarde: y vemos a C y J acomodándose en los asientos de un avión, al principio no se reconocen, pero … .Opción T.

 

11/ Cambios de ritmo, velocidad, energía. Estoy arto de explicártelo todo. Esta opción se la preguntas a alguien o te la saltas  lo que te dé la gana. Opción U.

22/ Acusación, confesión o descubrimiento. Esto lo podemos gestiones como parte de la escena y se dirigen a los otros personajes o que sea algo más interno de los personajes, y lo explicitamos mediante un parte o comunicándoselo al público. Por ejemplo, C confiesa al público que ha tenido un desengaño amoroso recientemente y que al ver a J le ha dado un subidón impresionante y va a intentar ligárselo. Charlando J y C descubren que iban juntos al colegio y se hacían tilín en aquella época.  J acusa (se dirige al público) a los mujeres de ser la causa de todos los males (su mujer, la dentista, además de su madre, su jefa, su hija, etc.) Y ha llegado el momento de venganza, esta mujer, C, será la que tenga que hacerse cargo de todo lo que ha tenido que aguantar en su vida. Opción V: Acusación, confesión o descubrimiento.

23/ Aparición de un acontecimiento. Uf… y llegamos al final.  Es la última propuesta… la última… pero que demonios, ¡debería haber sido la primera! Pero si es la más evidente. La number one. Digo más, todas las anteriores derivan de esta. Muy bien, decidido, esta es la primera y principal propuesta para hacer avanzar la escena. Por tanto, olvida todo lo que has leído hasta ahora. Lee esta y luego te vas al principio y empiezas de nuevo, como si nada. ¿Quién ha dicho que hay que empezar por el principio? Este texto desde luego no. Basta, chau, ¡se acabó! Dejemos  las instrucciones para la lectura de uso de este panfleto y continuemos por el tema que nos ocupa: aparición de un acontecimiento. La aparición de un acontecimiento es lo más obvio para hacer avanzar una escena, algo aparece que desequilibra la situación inicial. Es clave para impulsar la acción, transforma la dinámica de los personajes o marca un cambio significativo en la historia. Es lo que rompe la rutina, la situación inicial y lleva a los personajes a tomar nuevas decisiones. Impacta en el ámbito emocional o relacional, por tanto hace que la escena se transforme. Fractura de la escena. Los improvisadores deben desarrollar el impacto que ese acontecimiento ha producido en los personajes. Puede ser algo que le ocurre a uno de los personajes, algo que ocurre entre los personajes o algo que sucede del entorno o  exterior de los personajes. Un acontecimiento ocasiona un problema que los personajes deben resolver. Es  algo que afecta a los personajes, genera interés y hace avanzar a la escena. Es un punto de inflexión. Hay un antes y un después. Los personajes deben adaptarse a la nueva situación. Pongamos algunos ejemplos. Algo le ocurre a C o a J. Algo le ha sentado mal al estomago de uno de los personaje, está teniendo una digestión complicada y comienza a peerse. Huele mal, el otro lo detecta y exige control. La necesidad de ir al baño para vaciar el esfínter (bueno, me he puesto un poco escatológico…el personaje se va por la pata baja, se caga encima…) es urgente, el baño está dentro de la consulta del dentista…. Ahora, un acontecimiento que ocurre entre los personajes, se oye desde la consulta del dentista: “el siguiente”. Ninguno de los dos quiere pasar y se enfrentan al principio educadamente para dejar pasar al otro. La escena empieza a subir de tono, y termina en un tremendo enfrentamiento verbal y físico.  Y finalmente un acontecimiento externo: pasado un tiempo sin que les atiendan, la noche se echa encima, deciden irse y volver otro día, pero no consiguen abrir la puerta . Tendrán que buscar una manera de salir poco ortodoxa de este inesperado encierro (conductos del aire acondicionado, subir al tejado del edificio…). Esta será la opción número X, la  que nos despeja todas las incógnitas.

Que bien hubiera quedado completar esta lista con las 27 letras del abecedario…te dejo a ti lictor completarla: W, Y y Z

Y acabamos. Digo que acabamos este farragoso escrito. Quedaría pendiente acabar la historia entre J y C. Pero lo dejaré para otra ocasión (pedirte que lo hagas tú me parece demasiado)

¡Basta, chau, se acabó! Te dejo esta sarta de ideas sobre el asunto del desarrollo de la escena IMPRO. Es lo que tiene dar clases en conjunto con otra persona (gracias Raquel). Que te da por hablar sobre el trabajo, explicarlo y analizarlo. Y hacerte preguntas. Desde luego es fructífero. Como decían en La Bola de Cristal (antiguo programa de TV) “Solo no puedes, con amigos sí”. Muy aplicable a la IMPRO.

Madrid, 25 de Noviembre de 2024

IMPROcedencias 13

Improvisar / actuar

Hace unos días, a mediados de noviembre 2024 fui invitado a dar clases a un par de grupos del curso regular de Improvisación teatral que organiza Improvalladolid en su ciudad. Un gustazo, buena gente, buen vino. Días antes pregunté a Berta (jefa del cotarro de la IMPRO en Castilla-León) si tenía preferencia sobre algún asunto IMPRO a desarrollar. No me dio muchas pistas. Por cercanía (¿pereza?) elegí algo que había trabajado esos días en mis clases de Asura (Madrid) en los grupos de iniciación: El acontecimiento, como parte fundamental de la estructura dramática de una IMPRO.

En los cursos de iniciación después de trabajar algunas cuestiones básicas: escucha, rebote,  juego dramático, creatividad, empezar una escena, trabajo en equipo, PROL… toca plantear el asunto de la IMPROturgia. ¡Las historias que improvisamos tienen una estructura! Como estamos empezando,  llevamos unas pocas clases, vamos a proponer, de momento, la estructura más sencilla: Inicio, desarrollo y final. Planteamiento, nudo, desenlace. Introducción, medio y fin. Situación inicial, conflicto, resultado. Bueno, basta…como te dé la gana llamarlo.

Algunas cosas desde hace años las hago siempre igual… ¿experiencia?¿comodidad?¿pereza? (hablo del momento de dar clases… aunque seguramente en otros ámbitos también… ejem, dejemos estos asuntos para otro momento, que no soy Piolo Juvera. Haa, que no sabes quién es Piolo, al final del texto te lo cuento, no te lo puedes perder)

La forma que tengo para presentar el tema de la estructura dramática y el acontecimiento en el curso de IMPRO es la siguiente: primero un calentamiento que desembocará en una improvisación con esta sencilla estructura de la que antes hablábamos (planteamiento, nudo, desenlace). Los improvisadores deben comportarse y actuar como bebés de 1 año (aprendiendo a caminar, balbucean, juegan y se entretienen con cualquier cosa). 1º parte: están súper a gusto jugando, etc. 2º parte: echan en falta al adulto que está a su cuidado (lo buscan con la mirada, sonido, movimiento, etc.) 3º parte: no está, lo han dejado solo, se angustia, llora, patalea, etc. ¡Acción! Tras comentar el ejercicio en general y en particular hablar sobre la estructura dramático, propongo volver hacer este ejercicio pero siendo personajes adultos. Les anticipo la historia que tendrán que improvisar: Tendrán una cita con una persona extraordinaria, os conocéis desde hace tiempo y hoy vais a tomar una decisión trascendental. Estás súper ilusionado, entusiasmado, etc. es inminente su llegada. Ellos elijen dónde se desarrolla la historia: es su casa y está preparándolo todo para que sea una cena mágica, o se está maquenando y vistiendo a la altura del sublime encuentro o preparando la maleta para salir de viaje o… Esta sería la 1º parte. La 2º parte: la deseada visita no aparece, se retrasa, le entran las dudas de que vaya a venir, la inquietud aumenta, es una situación de desequilibrio e inseguridad. 3º parte: ¡No va a venir! ¿Cómo has podido creer que una persona así se interesaría por ti? Ni esa persona no nadie. Tú que eres un ser tóxico, solo sabes estropearlo todo, etc. El ejercicio primero lo explico, luego, todos los alumnos simultáneamente, lo improvisan dirigidos por mí, les voy dando pautas y marco los cambios de estado, etc. De manera sintética, esquemática y apresurada.  A continuación propongo repetir el ejercicio y que lo podamos ver. Va a ser de manera individual. Sin mi intervención. Ellos producirán los cambios (3 fases y final). Vemos sensibles improvisaciones, muy originales y auténticas. Inmediatamente les propongo hacer el mismo ejercicio, pero en parejas. Deben inventar una historia que tenga la sencilla estructura: planteamiento, nudo (desequilibrio) y desenlace (final). Les doy unos minutos para que piensen. Y vemos las historias. Comentamos. Final de la clase. (Por cierto estos ejercicios están en el libro “IMPRO, 90 juegos y ejercicios de improvisación teatral” de los ínclitos autores Alfredo Mantovani, Borja Cortés, Encarni Corrales, Joserra Muñoz y Pablo Pundik. Fichas 1.8, “estira e imagina” y 8.1 “desequilibrio”)

La cuestión es que los alumnos de Improvalladolid tenían varios años de experiencia, y para sorpresa mío con el ejercicio surgió otro tema al reflexionar con los alumnos: la actuación en la IMPRO. Cuando improvisaron solos la escena tenía mucha sensibilidad, compromiso emocional, detalles, autenticidad, ingenio…Vamos, que nos encantó. Sin embargo cuando improvisaron en parejas, aunque las historias estaban interesantes, carecían de la intensidad y profundidad de las otras. ¿Porqué?

La diferencia más evidente es que en parejas la energía y atención necesaria  para creación del devenir de la historia era mucho mas grande que cuando improvisaban solos. Es decir, en parejas estaba más atento a la dramaturgia que a la actuación. Cuando improvisaban solos la atención estaba más centrada en la actuación, el devenir de la escena se desarrollaba casi sola, sin esfuerzo. Es una gran cuestión en la IMPRO. ¿Cómo darle peso a la actuación si tengo que utilizar una ingente energía en la creación de la historia?¿La solución?…

Hay muchísimas maneras de responder a esta pregunta. Lo que pudimos compartir en la clase es que en la medida que uno se concentra en actuar, conecta con los sentimientos, permite que fluyan en el cuerpo las emociones, libera la expresividad…aparece un forma de improvisar muy poderosa. Sin embargo si la atención está sobre todo en inventar la historia muchas veces me  quedo en la superficie del personaje, en la forma. Vemos a un improvisador más que actuando dando indicaciones sobre el personaje. Vemos una imitación superficial, muchas veces exageración, caricatura, señalando solo los aspectos externos. En la improvisación individual veíamos a los improvisadores metiéndose en la piel del que espera a la persona amada, viviendo la situación intensamente, captando lo que siente, lo que piensa; expresándolo con el cuerpo, mirada, texto… de una manera delicada y sensible.  Disfrutamos cuando la actuación es sutil, verdadera, auténtica. Nos convence, nos atrapa. Actuar es calzarse los zapatos del personaje, ver con sus ojos, sentir con su piel, etc. Sentir, pensar, expresar. En el otro extremo estaría  imitar, parodiar, fingir, caricaturizar… (Que dependiendo del tono de la impro a veces es justo y necesario. Que la parodia, la exageración, la caricatura y las bufonadas están requetebién. Pero cuando es el único modo de “actuación” puede ser divertido… pero cargante y agotador)

En la IMPRO la particularidad (y dificultad) que a la vez que actuamos, inventamos y hacemos una puesta en escena concreta de la historia. Somos dramaturgos, actores y directores a la vez. No debemos descuidar la parte de la actuación.

Está la diferencia entre los grandes improvisadores y el resto de los improvisadores (no tan grandes).

Improvisar es despertar la imaginación… y también los sentimientos.

Haa, y lo de Piolo Juvera… es un improvisador mexicano. Coincidimos hace muchos años en el 1º festival de IMPRO en habla castellana, Ciudad de México 2002. Hace unos meses volvimos a coincidir en el Festival de IMPRO de Valladolid, VA de IMPRO 2024. Fantástico improvisador y mejor persona. Ha publicado un libro (súper-recomendable) “La IMPRO es una improvisación” dónde no solo habla de la IMPRO si no que nos cuenta cosas muy personales,  intimidades y confidencias, ligadas a la IMPRO. Muy corajudo. ¡Chido! Si te encuentras con él le das un abrazo de mi parte.

Madrid, diciembre 2024

Pablo Pundik, director del Taller del Teatro Asura (1993) pionero de la impro en Madrid, Miembro fundador de la Liga de Improvisación Madrileña (1997). Da clases regularmente de Improvisación Teatral, Clown y Actuación en Asura y seminarios intensivos en diversas escuelas de teatros e instituciones. Es coautor de “Impro: 90 juegos y ejercicios de Improvisación teatral” Editorial Octaedro, 2016.