IMPROcedencias=13: Improvisar / actuar
IMPROcedencias 13
Improvisar / actuar
Hace unos días, a mediados de noviembre 2024 fui invitado a dar clases a un par de grupos del curso regular de Improvisación teatral que organiza Improvalladolid en su ciudad. Un gustazo, buena gente, buen vino. Días antes pregunté a Berta (jefa del cotarro de la IMPRO en Castilla-León) si tenía preferencia sobre algún asunto IMPRO a desarrollar. No me dio muchas pistas. Por cercanía (¿pereza?) elegí algo que había trabajado esos días en mis clases de Asura (Madrid) en los grupos de iniciación: El acontecimiento, como parte fundamental de la estructura dramática de una IMPRO.
En los cursos de iniciación después de trabajar algunas cuestiones básicas: escucha, rebote, juego dramático, creatividad, empezar una escena, trabajo en equipo, PROL… toca plantear el asunto de la IMPROturgia. ¡Las historias que improvisamos tienen una estructura! Como estamos empezando, llevamos unas pocas clases, vamos a proponer, de momento, la estructura más sencilla: Inicio, desarrollo y final. Planteamiento, nudo, desenlace. Introducción, medio y fin. Situación inicial, conflicto, resultado. Bueno, basta…como te dé la gana llamarlo.
Algunas cosas desde hace años las hago siempre igual… ¿experiencia?¿comodidad?¿pereza? (hablo del momento de dar clases… aunque seguramente en otros ámbitos también… ejem, dejemos estos asuntos para otro momento, que no soy Piolo Juvera. Haa, que no sabes quién es Piolo, al final del texto te lo cuento, no te lo puedes perder)
La forma que tengo para presentar el tema de la estructura dramática y el acontecimiento en el curso de IMPRO es la siguiente: primero un calentamiento que desembocará en una improvisación con esta sencilla estructura de la que antes hablábamos (planteamiento, nudo, desenlace). Los improvisadores deben comportarse y actuar como bebés de 1 año (aprendiendo a caminar, balbucean, juegan y se entretienen con cualquier cosa). 1º parte: están súper a gusto jugando, etc. 2º parte: echan en falta al adulto que está a su cuidado (lo buscan con la mirada, sonido, movimiento, etc.) 3º parte: no está, lo han dejado solo, se angustia, llora, patalea, etc. ¡Acción! Tras comentar el ejercicio en general y en particular hablar sobre la estructura dramático, propongo volver hacer este ejercicio pero siendo personajes adultos. Les anticipo la historia que tendrán que improvisar: Tendrán una cita con una persona extraordinaria, os conocéis desde hace tiempo y hoy vais a tomar una decisión trascendental. Estás súper ilusionado, entusiasmado, etc. es inminente su llegada. Ellos elijen dónde se desarrolla la historia: es su casa y está preparándolo todo para que sea una cena mágica, o se está maquenando y vistiendo a la altura del sublime encuentro o preparando la maleta para salir de viaje o… Esta sería la 1º parte. La 2º parte: la deseada visita no aparece, se retrasa, le entran las dudas de que vaya a venir, la inquietud aumenta, es una situación de desequilibrio e inseguridad. 3º parte: ¡No va a venir! ¿Cómo has podido creer que una persona así se interesaría por ti? Ni esa persona no nadie. Tú que eres un ser tóxico, solo sabes estropearlo todo, etc. El ejercicio primero lo explico, luego, todos los alumnos simultáneamente, lo improvisan dirigidos por mí, les voy dando pautas y marco los cambios de estado, etc. De manera sintética, esquemática y apresurada. A continuación propongo repetir el ejercicio y que lo podamos ver. Va a ser de manera individual. Sin mi intervención. Ellos producirán los cambios (3 fases y final). Vemos sensibles improvisaciones, muy originales y auténticas. Inmediatamente les propongo hacer el mismo ejercicio, pero en parejas. Deben inventar una historia que tenga la sencilla estructura: planteamiento, nudo (desequilibrio) y desenlace (final). Les doy unos minutos para que piensen. Y vemos las historias. Comentamos. Final de la clase. (Por cierto estos ejercicios están en el libro “IMPRO, 90 juegos y ejercicios de improvisación teatral” de los ínclitos autores Alfredo Mantovani, Borja Cortés, Encarni Corrales, Joserra Muñoz y Pablo Pundik. Fichas 1.8, “estira e imagina” y 8.1 “desequilibrio”)
La cuestión es que los alumnos de Improvalladolid tenían varios años de experiencia, y para sorpresa mío con el ejercicio surgió otro tema al reflexionar con los alumnos: la actuación en la IMPRO. Cuando improvisaron solos la escena tenía mucha sensibilidad, compromiso emocional, detalles, autenticidad, ingenio…Vamos, que nos encantó. Sin embargo cuando improvisaron en parejas, aunque las historias estaban interesantes, carecían de la intensidad y profundidad de las otras. ¿Porqué?
La diferencia más evidente es que en parejas la energía y atención necesaria para creación del devenir de la historia era mucho mas grande que cuando improvisaban solos. Es decir, en parejas estaba más atento a la dramaturgia que a la actuación. Cuando improvisaban solos la atención estaba más centrada en la actuación, el devenir de la escena se desarrollaba casi sola, sin esfuerzo. Es una gran cuestión en la IMPRO. ¿Cómo darle peso a la actuación si tengo que utilizar una ingente energía en la creación de la historia?¿La solución?…
Hay muchísimas maneras de responder a esta pregunta. Lo que pudimos compartir en la clase es que en la medida que uno se concentra en actuar, conecta con los sentimientos, permite que fluyan en el cuerpo las emociones, libera la expresividad…aparece un forma de improvisar muy poderosa. Sin embargo si la atención está sobre todo en inventar la historia muchas veces me quedo en la superficie del personaje, en la forma. Vemos a un improvisador más que actuando dando indicaciones sobre el personaje. Vemos una imitación superficial, muchas veces exageración, caricatura, señalando solo los aspectos externos. En la improvisación individual veíamos a los improvisadores metiéndose en la piel del que espera a la persona amada, viviendo la situación intensamente, captando lo que siente, lo que piensa; expresándolo con el cuerpo, mirada, texto… de una manera delicada y sensible. Disfrutamos cuando la actuación es sutil, verdadera, auténtica. Nos convence, nos atrapa. Actuar es calzarse los zapatos del personaje, ver con sus ojos, sentir con su piel, etc. Sentir, pensar, expresar. En el otro extremo estaría imitar, parodiar, fingir, caricaturizar… (Que dependiendo del tono de la impro a veces es justo y necesario. Que la parodia, la exageración, la caricatura y las bufonadas están requetebién. Pero cuando es el único modo de “actuación” puede ser divertido… pero cargante y agotador)
En la IMPRO la particularidad (y dificultad) que a la vez que actuamos, inventamos y hacemos una puesta en escena concreta de la historia. Somos dramaturgos, actores y directores a la vez. No debemos descuidar la parte de la actuación.
Está la diferencia entre los grandes improvisadores y el resto de los improvisadores (no tan grandes).
Improvisar es despertar la imaginación… y también los sentimientos.
Haa, y lo de Piolo Juvera… es un improvisador mexicano. Coincidimos hace muchos años en el 1º festival de IMPRO en habla castellana, Ciudad de México 2002. Hace unos meses volvimos a coincidir en el Festival de IMPRO de Valladolid, VA de IMPRO 2024. Fantástico improvisador y mejor persona. Ha publicado un libro (súper-recomendable) “La IMPRO es una improvisación” dónde no solo habla de la IMPRO si no que nos cuenta cosas muy personales, intimidades y confidencias, ligadas a la IMPRO. Muy corajudo. ¡Chido! Si te encuentras con él le das un abrazo de mi parte.
Madrid, diciembre 2024